Mostrando entradas con la etiqueta Lambert Wilson. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Lambert Wilson. Mostrar todas las entradas

martes, 14 de agosto de 2012

"Il faut qu´on fasse un enfant, même si être ensemble est triste, 
           on fasse comme tout le monde, le reste viendra."


 Il est plus facile qu´un chameau. (2003)

La vida son problemas, también en las familias ricas, también en la familia de Carla Bruni y Valeria Bruni Tedeschi. Y la segunda, actriz consagrada a quien fue legado la parte del león del talento familiar, sensibilidad exquisita y no poca belleza, decidió explicar su intrahistoria en su debut como directora. La película no cuenta cómo el compositor Alberto Bruni Tedeschi se hizo millonario como importador de caucho en los años 20 pero sí como él y su esposa, la pianista Marysa Borini, comunicaron a sus niños el cambio de domicilio de Turín a Suiza (París en la película) por la amenaza de secuestro de los Brigate Rosse. Federica Camerasca (Valeria) transita en muchos mundos. El de su infancia por flashbacks. El de su imaginación por ilustraciones de Anaïs Vaugelade en las que visualiza cosas que no comprende. El de su vida adulta atrapada entre relaciones presentes con Pierre (Jean-Hugues Anglade), descendiente de italianos con una inmensa conciencia de clase obrera y pasadas con Philippe (Denis Podalydès) seductor inverosímil calvo, feo, ridículo traidor de su vida de casado feliz, patético bailarín de tango en los quais del Sena. O el de la vida adulta que pretende tener una mujer de religiosidad y alegría infantiles entre su padre moribundo, su fría madre que se interpreta a sí misma, su desequilibrada hermana Bianca (Chiara Mastroianni) siempre a punto de llamar a su psicoanalista, su hermano Aurelio (Lambert Wilson) que vive dando la vuelta al mundo y ese cura de paciencia infinita (Pascal Bongard) que no puede ayudarle a encontrar esa cuadratura del círculo por la cuál un rico debería poder acceder al reino de los cielos aunque fuese a costa de renunciar a su riqueza. Federica es una mujer que quiere ser amada por todos: los Brigate Rosse (la ensoñación de la cena en familia cantando la chilena "El pueblo unido jamás será vencido" es un hallazgo), su familia, el director teatral que lee sus obras sin acabar de estrenar ninguna...ambiciona hasta el afecto maternal de la esposa de su ex. Y se debate entre un síndrome de Peter Pan y una vida normal. Quiere abandonar la soltería aunque sea in extremis con El hombre del jardín (Yvan Attal), dejar de ser nadie para convertirse en esposa, madre, dramaturga,  una trabajadora más. Tener una vida plena más allá del dinero. El comienzo homenajea el arranque de Comte de Printemps de Rohmer y buena parte de sus coetáneos actores a la compañera y amiga, attrice direttrice que transita por los afectos de su vida como por los idiomas, con torpe fluidez.